Es habitual ver el enfado en niños cuando no consiguen lo que se proponían. Las rabietas en los supermercados cuando no les compramos la golosina que quieren. El enfado cuando tienen que acabar los deberes antes de jugar a la consola. Pero a veces es difícil calmarlos y que se les pase el enfado. Gestionar el enfado en niños es una tarea en la que tenemos que implicarnos. Los niños tienen que entender su enfado y aprender a gestionarlo. Hoy vamos a dar algunas claves para ayudar a gestionar el enfado en niños.
Un sitio muy típico donde aparecen con frecuencia el enfado en niños es el supermercado. Imaginemos la situación. Vamos haciendo la compra con nuestro hijo pequeño y pasamos por la calle de las golosinas. Nuestro pequeño ve un paquete de chocolatinas que quiere que le compremos pero ya tenemos otras en casa. Así que le explicamos que en casa ya tenemos chocolatinas y no vamos a comprar más. Nuestro niño se enfada, chilla y empieza a llorar en medio del pasillo. ¿Qué hacemos en esta situación?
En muchas ocasiones, tal vez por cansancio o por vergüenza del espectáculo montado, cedemos y compramos la chocolatina. Pero aquí estamos cayendo en la ‘trampa del refuerzo negativo’.
La trampa del refuerzo negativo es ceder ante algo que no queremos que se repita por hacer que esa situación termine. Es decir, en nuestro ejemplo sería ceder a comprar la chocolatina para que nuestro hijo termine con la rabieta en el supermercado. Parece un método efectivo a simple vista pero a la larga nos causará más problemas.
Para nosotros es un buen plan. Nuestro hijo abandona su rabieta y podemos seguir haciendo la compra relajadamente. Pero, ¿qué ha aprendido el pequeño? Pues el pequeño entiende que para conseguir algo que le estamos negando tiene que montar una rabieta y así lo conseguirá.
Por tanto, esto es contraproducente para gestionar el enfado en niños. En este tipo de situaciones es mejor mantenernos firmes en la medida de lo posible y esperar a que pase la rabieta. Mientras esperamos a que pase es importante ‘ignorar’ los intentos del pequeño por llamar nuestra atención y seguir con nuestra tarea. Cuando la rabieta haya pasado, hablaremos con nuestro hijo para que entienda lo que ha pasado. Intentar que entienda la razón en medio de la rabieta va a resultar casi imposible.
El enfado en niños es, como todo en su desarrollo, un proceso. Para aprender a gestionar el enfado será necesario la adquisición de algunas habilidades y en el proceso podemos ayudarlo. A medida que vayan creciendo irán aprendiendo a expresar cómo se sienten y a identificar lo que sienten en ese momento.
Para ayudarles a avanzar en estas habilidades es recomendable que hablemos con ellos una vez que haya pasado la rabieta. Sentarnos y explicar el enfado en niños puede parecer una tarea complicada al principio, pero pronto nuestro hijo lo habrá aprendido. Al principio, podemos utilizar dibujos para ayudarlos a identificar las emociones. Para ello hay muchas viñetas o micro cuentos que ayudan a los niños a ponerse en el lugar de los personajes, entender lo que sienten y ponerle nombre a esa emoción.
Estudio fotográfico especializado en bebé y niños
Algunos cuentos que podemos utilizar para ayudar a gestionar el enfado en niños son:
Para ayudar a entender el enfado en niños y otras emociones podemos utilizar la técnica de la tortuga.
La técnica de la tortuga es una herramienta que se utiliza para ayudar a los niños a controlar sus impulsos y emociones.
En esta técnica se utiliza la comparación del niño con una tortuga que se repliega en su caparazón para sentirse segura. Cuando la tortuga se siente calmada y segura sale del caparazón y continúa con su paseo.
Esta técnica se aplica en varias fases.
Fase 1. El cuento de la tortuga.
Empezamos contando el cuento de la tortuga para que los pequeños empiecen a reconocer emociones.
Para los más pequeños podemos presentar el cuento en forma de vídeo para que les sea más entretenido.
Aquí podemos ver el cuento de a tortuga https://www.youtube.com/watch?v=riwGSIUkXRs . Si lo preferís podéis descargar el cuento de la tortuga en pdf.
Fase 2. Enseñamos relajación muscular a los niños.
Como ya explicamos en otro artículo, la relajación muscular es una técnica que ayuda calmar la agitación de los pequeños. Encontrarás la explicación de cómo realizar la relajación muscular en el artículo ‘gestionar el nerviosismo en niños en casa’.
Fase 3. Solucionar los problemas.
Cuando nuestro hijo ya ha aprendido a relajarse y no montar rabietas tenemos que ayudarle a aprender el siguiente paso: solucionar el problema. Una vez que ya sabe qué ha motivado su enfado tiene que buscar soluciones y tal vez no sepa bien cómo hacerlo. Para ello podemos sentarnos con él, hablar sobre cuál ha sido el enfado y preguntar por qué cree que podría hacer para solucionarlo. Poco a poco iremos modelando las respuestas y ayudándolo a elegirlas hasta que sea él mismo quien lo haga. De esa forma dejará las rabietas a un lado y actuará dando una solución al problema.
¿Cómo gestionas el enfado en tus hijos?