Cuando nace un bebé, los familiares y amigos de la familia están deseando conocerle. La mayoría de las veces, acuden en las primeras horas a visitar al recién nacido al hospital o en los primeros días cuando ya ha llegado a casa. Pero tenemos que ser precavidos… hay que tener muchas cosas en cuenta y no dejarnos llevar por nuestras ganas de conocerle.

El recién nacido es una persona que siente, tiene miedo, frío, se estresa, y no te conoce. Ha pasado aproximadamente 40 semanas dentro de su mamá, la única persona en el mundo que ahora mismo le transmite seguridad y protección. El bebé sólo la conoce a ella…su olor, su tacto, su voz. Todo lo demás es algo desconocido que le produce inseguridad y estrés. El bebé tiene que adaptarse a la vida fuera del útero; esto supone regular la temperatura, regular su frecuencia cardiaca y respiratoria, alimentarse, adaptarse a la luz y a los sonidos, protegerse de las infecciones… y para que esta transición sea más fácil sólo necesita una cosa: A SU MAMÁ.

El recién nacido necesita estar en contacto con su mamá el mayor tiempo posible para:
- Sentirse tranquilo y seguro.
- Regular la temperatura y no perder el calor.
- Colonizarse con su flora bacteriana, y poner en marcha su sistema inmunitario creando anticuerpos.
- Iniciar la lactancia materna de forma correcta.

¿Qué tengo que tener en cuenta cuando vaya a visitar a un recién nacido?
- A no ser que los papás lo deseen y que pertenezcas al entorno más cercano… no acudas al hospital. Esos primeros momentos el bebé necesita exclusivamente a su mamá y las visitas pueden estresarle y dificultar la adaptación a la nueva vida. En muchas ocasiones los llamados «cólicos del lactante» son causados por el estrés que soportan con tantas visitas.
- Cuando llegue el momento de conocerle, ¡no tienes por qué cogerle!. Recuerda que los únicos brazos que necesita son los de sus padres. Aunque para ti sea un momento muy tierno, el bebé no te conoce y prefiere estar con su mamá que pasar de los brazos de uno a otro.
- Si estás enfermo, aunque sea simplemente un resfriado común, no vayas. Deja la visita para cuando estés totalmente bien. Recuerda que su sistema inmunológico no ha madurado aún, y cualquier virus o bacteria externo podría enfermarle.
- Por el mismo motivo, si vas a cogerle, lávate muy bien las manos y no le des besos.
- Respeta su descanso y su alimentación. Las primeras semanas, el recién nacido necesita un entorno tranquilo, sin luces ni ruidos fuertes. Parece obvio, pero… no le despiertes para verle mejor, ni le hables fuerte.
- Si la mamá desea dar el pecho, no le hagas regalos que puedan interferir en su lactancia materna, como biberones o chupetes, ni des consejos que no te haya pedido.
- No le hagas fotos sin permiso de los padres, respeta la intimidad del bebé y la familia. Si las haces, no uses flash, ya que es muy molesto para sus ojos.
- Y ante todo, recuerda que el recién nacido es una persona y no un muñeco, con sentimientos, derechos y necesidades… ¡Respétale! ¡Acaba de nacer!

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Visitar a la mamá que acaba de dar a luz.